2.12.08

Brotada















Como si hubieras maldecido mi cuerpo, a los 2 días me broté de varicela. Y entonces fui yo, la que comenzó a maldecir el tuyo.
Tu olor impregnado en las sábanas, no me dejaba dormir, pero no tenía ganas de desarmar más nada. Lo único que me entretenía era la fiebre de 42 grados, aunque me hacia transpirar y encapricharme con antojos de golosinas y peliculas que nadie sabía escoger. La varicela se tiene en el jardin de infantes cuando uno es chico, seguramente era sintoma de que estaba creciendo.
Me entretuve mirando las pelusas esas que vuelan en el aire con el reflejo del sol, imaginádome caminatas por el bosque. Me abracé a mi misma y me dormí. No me acuerdo que soñé.

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