Lo cierto es que tenés razón, tu histeria no me conviene, y tampoco tu ciclotimia, ni tus asperezas, ni los altibajos de tu adrenalina, ni ni ni niiiii… Pero soy especialista en elegir con gusto las cosas que no me convienen. Y en cuanto a lo que a mi respecta supongo que mis caprichos se arreglan con algunos cachetazos y lamidas en los lugares justos.
A veces pienso como seria si vuelvo a olerte, o si vuelvo a respirar el aire de tus rulos; ese aire me quedó en la nariz escondido, de vez en cuando trato de olerte y funciona si me concentro. Tengo una especie de enamoramiento, que me hace volver y volver; no te busco, sólo busco las sensaciones que dejé ahí al irme. Mi cerebro también es inútil, está lleno de bolas de pelo enredadas; y las jirafas que me dejaste ya tienen el cuello demasiado largo.
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